No le digas que aún la amo- Blanca Álvarez

FICHA TÉCNICA

Título original: No le digas que aún la amo

Autor: Blanca Álvarez

Nº de páginas: 304 págs

Editorial: PLANETA

Precio: 7,50 € (Tapa blanda)

SINOPSIS

Fotos de chicas desnudas en Facebook, una chica desparecida, y la policía interrogando a todos los alumnos de un centro escolar de clase acomodada. ¿Qué está pasando? A Bea le toca, ese curso, conocer las grietas del mundo perfecto donde vive: la decepción de una amistad que creía verdadera, el desamor, los reencuentros y el acoso escolar a través de Internet. Su mundo se desmorona cuando de la nada aparece, de nuevo, Marga, el eterno amor de su hermano Carlos, para forjar una nueva historia de amores, siempre eternos y siempre cruzados. Una novela juvenil que nos acerca a los peligros que se esconden tras las redes sociales usadas de forma imprudente.

OPINIÓN PERSONAL

Blanca Álvarez nos presenta un libro con una gran cantidad de páginas (aunque la letra es enorme) pero que debido a su estructura en cortos capítulos se nos hace entretenida y amena su lectura; la narración es en tercera persona y su trama es la continuación de El curso en que me enamoré de ti, libro que no he leído aún pero que no descarto leer más adelante. En este caso, no haber leído la primera entrega no supone un grave problema , no te sentirás perdido puesto que en la primera, la historia se centra en el hermano de la protagonista del segundo, mientras que en este se centra en ella misma.

Una novela juvenil que trata temas tan duros y a la vez tan actuales como la pornografía infantil o el ciberbullyng que pueden existir en las redes sociales. También aparecen otros elementos con los que se pretende empatizar con los adolescentes, por ejemplo: el plan bolonia y el paro en la carrera de periodismo, relativos al ámbito de la educación; el famoso movimiento del 15-M y las elecciones adelantadas de noviembre del 2011 en el ámbito político; FNAC y la película La piel que habito en el ámbito del entretenimiento; etc...

Con respecto a los personajes, destacan nuestra amable protagonista, Beatriz, una joven normal y corriente estudiante de segundo de bachillerato que verá como su colegio privado deja de ser tan ideal como parecía; Carlos es el hermano de Beatriz y está a punto de acabar sus estudios de periodismo, el joven retomará a lo largo de la novela la relación con su mejor amiga del pasado ¿Podrá surgir algo más que amistad entre ellos?; Marga es la amiga del pasado de Carlos, y se convertirá en un gran apoyo para Beatriz tras su regreso a Madrid. La personalidad de esta última me ha enamorado por completo, además cabe destacar la admirable relación de hermano mayor de Carlos con Beatriz, así como la enorme empatía que es capaz de generar en el lector la protagonista.

Estos son los personajes principales, y entre los secundarios encontramos otros como el periodista Alfonso; Santiago, un amigo de la universidad de Carlos; los compañeros de clase de Beatriz...

El objetivo principal de esta novela es el de concienciar sobre los problemas que puede traer el mal uso de las redes sociales, pero también trata otros temas como el amor y la amistad. Con este propósito presenta un lenguaje sencillo y de un estilo coloquial, de manera que permite la total comprensión por parte del lector; y se mueve alternativamente entre lo formal e informal. 

3,5/5

Algunos momentos del libro:

El gusano del destino teje sus propios túneles a espaldas de nuestros corazones.

Inhaló su perfume y el sabor de sus besos, las recordaba con una ternura triste, no por ellas, sino por su imposibilidad para entregarse. Todas habían tocado su piel.

Ninguna la traspasó.

Cómo decirle que siempre había estado a medio minuto de sus pensamientos.

<<¿Nos vemos?>> - Y Carlos no supo de dónde le llegó el valor para la pregunta.

<<¿Tienes algo que hacer ahora?>>

<<Verte.>>

De nuevo su risa. De nuevo el corazón a punto de estallar y la garganta rota y las rodillas temblando. Y todo él pendiente de esa cita.

La vieja rabia ha desaparecido de su alma, su puesto lo ha ocupado Carlos.

A veces, tenemos tan cerca la luz, que ni siquiera logramos verla.

Celia