CAPÍTULO 1
Nadie es perfecto, hasta la
persona que amas comete errores. Estos pensamientos recorrían la cabeza de Emy.
Su novio la había engañado de la peor forma. Le había ocultado su padado. Emy
no podía dejar de pensarlo, le había ocultado una parte de su vida, la más
importante, quizás. Comprendía que su pasado le había podido hacer mucho daño,
pero no comprendía que se lo hubiera ocultado tanto tiempo. Necesitaban estar
separados un tiempo, pero ninguno de los dos se sentía a gusto así. Emy se
desahogaba tocando el piano con fuerza y con muchos sentimientos. Sus lágrimas
recorrían sus mejillas como fuertes ríos. En cambio Lucas se desahogaba de una
manera muy distinta, aislado de todo el mundo con los auriculares a todo
volumen, la música retumbando en sus oídos. Ninguno de los dos podía seguir
así, por lo que decidieron quedar. El Starbuck de su cuidad estaba casi vacío,
así que decidieron ir a un banco de piedra, normal y corriente, pero donde
ellos habían vivido tantos momentos juntos.
CAPÍTULO 2
Las manos de Lucas temblaban,
pero estaba decidido a hacerlo. Cogió con seguridad la mano de Emy y le susurró
al oído:
- Tengo que contarte una cosa
- Vale, Lucas, vayamos a dar un paseo por la
orilla de la playa
Se habían conocido ese mismo
verano y se habían hecho amigos inseparables, por decirlo de alguna forma
común, mejores amigos. Pero los sentimientos de Lucas iban más allá; desde que
conoció a Emy notó algo muy fuerte en su corazón. Pero hasta ahora no se había
atrevido a contárselo. Emy estaba temblorosa, quizás Lucas le quería decir que
había conocido a alguien mejor que ella, eso le atormentaba. Ella se había
enamorado de Lucas, poco a poco, pero no pensaba que Lucas sintiera lo mismo.
Lucas comenzó tembloroso:
CAPÍTULO 3
Se sentaron los dos juntos en
aquel pequeño banco de piedra. La situación no era cómoda para ninguno. El
silencio era más incómodo cada segundo que pasaba. Hasta que Emy rompió ese
silencio:
- Lo estoy pasando muy mal, Lucas. No sé cómo no
me lo contaste antes. Te habría ayudado a superarlo, no fue lo mejor que me lo
ocultaras.
- Lo siento mucho, de verdad, había intentado
borrar esa parte de mi vida. Me hice la idea de que era mejor que creyeras que
tenía unos padres, como los tienes tú.
- Pero me habría dado igual que tuvieras unos
padres o no. En realidad nunca pensé que James fuera tu padre, le veía como tu
hermano mayor, tu persona de confidencias.
- Emy, era duro para mí contártelo, pero allá voy:
- Me encantaba cuando íbamos de vacaciones a
Maneylle, ver a mis padres juntos, sin trabajo, sonriendo era lo que realmente
me gustaba de aquellas vacaciones. Volvíamos a casa después de pasar gran parte
del verano allí. Entonces comencé a gritar, una araña se había posado en mi
bronceado y pequeño cuello. Mis padres se asustaron, mamá que iba al volante
aceleró y miró para atrás, entonces paf, chocamos, comencé a gritar el nombre
de mis padres, pero nada, mis intentos eran nulos, los dos permanecían quietos,
con los ojos cerrados- Terminó Lucas, intentando reprimir las lágrimas.
- Lo siento, no quería que lo pasaras mal y
recordaras nada.
- No, la culpa fue mía por mentirte. Siempre me he
sentido culpable del accidente.
- No fue tu culpa, eras un niño
- Entonces, ¿Fue de la araña?- Contestó Lucas
fuera de sí-
- ¡Fue la mía por existir!
- Emy, no, espera, losiento. ¡TE AMO!
- ¿Cómo?
- Que ¡Cómo te amo! Te amo como el primer día, el
día que te conocí, con ese vestido de flores que llamaba tanto la atención. Te
amo como el día que te dije que te amaba ¡EL DÍA MÁS FELIZ DE MI VIDA!
CÁPITULO
4
- Sé que nos conocemos desde hace poco, bueno,
desde este mismo verano, pero, aunque parezca increíble…
- Yo también te quiero
- Serás siempre igual, no me dejas acabar las
frases. Creo que esa es una de las facetas que tanto me gustan de ti
- Pues las facetas que me gustan a mí son, cómo me
miras, sentir el roce de tus labios en mi cuello mientras toco el piano, podría
añadir mucho más, pero me quedo con cantar canciones al unísono los dos.
- Eh, que soy un sentimental y me puedo echar a
llorar.
- De risa es de lo que vas a llorar, dijo Emy
mientras se tiraba sobre Lucas en la arena buscando su punto débil para hacerle
reír, en sus costados.
- Para, para, ¿no oyes algo?- Y mientras Emy se
quedaba quieta intentando escuchar algo, Lucas le robó un beso. El beso mejor
robado. Mientras que una melodía acompañaba la escena ‘’Estoy hecho de
pedacitos de ti’’ de Antonio Orozco sería como la banda sonora original de su
historia, su historia de amor.
CAPÍTULO
5
Entonces, mientras Lucas entrecerraba
sus ojos color miel, para intentar ocultar la tristeza de sus palabras en sus
ojos vidriosos. Emy desapareció. Cuando éste abrió los ojos, Emy ya no estaba,
entonces se dio media vuelta y se dispuso a abandonar aquel lugar, pero una
mano le aferró con suavidad el brazo.
- Pensé que te gustaría escuchar esto- dijo Emy-
Pero antes cierra la boca, que te va a entrar una mosca.
- Me tienes nervioso, incluso intrigado- contestó
Lucas con una pequeña sonrisa juvenil que le recorría toda la boca.
- Entonces allá va.
Cuándo comenzó a sonar aquella
canción, su banda sonora, pero no era la melodía normal sino que un piano y dos
voces desafinadas y juveniles cantaban la canción a capella. Entonces se
unieron con un beso, un beso de película.
- Me podría pasar así toda la vida- dijo Lucas,-
pero me parece que el chico del tiempo se equivocó.
- ¿Por qué?
- Porque no sé si tú con tu largo pelo, sientes el
agua pero yo estoy chorreando.
- Me parece que ahora lo siento- dijo Emy tras
unas cuantas carcajadas
No hay comentarios:
Publicar un comentario