Blog de una pequeña fanática a la lectura, dedicado a la literatura en todos sus ámbitos,a mis pequeños relatos y a mis reseñas cinematográficas.
sábado, 12 de enero de 2013
La fuerza del amor.
Manuel no podía vivir más tiempo sin su amada Noelia. Hacía solamente unas semanas que habían roto su relación pero esos días sin ella habían sido muy largos para él, echaba de menos tantas cosas de ella, por no decir todas. Así que finalmente se decidió, cogió su abrigo y la mochila que siempre llevaba con él y salió de casa para buscar una forma de volver con Noelia, tenía que hacerlo era como una obligación que se imponía él mismo sino se sentiría como un borrego incapaz de hacer nada que deseaba. Iba tan rápido que en pocos minutos estaba frente a la verja color azabache perteneciente a la luminosa pero antigua casa de Noelia, sin pensarlo dos veces llamó al timbre, ni siquiera el timbre había dejado de sonar cuando Noelia se abalanzó sobre sus brazos, no había hecho falta ni una sola palabra para aferrarse en aquel fuerte abrazo. Lo que él no sabía era que no iba a ser tan fácil recuperar a Noelia, ya que ella había sufrido mucho y no quería volver a pasar una y otra vez por lo mismo. Siempre discutían, eran totalmente distintos, era verdad que un puzzle nunca se forma con las mismas piezas, pero sus ideas nunca coincidían, si Noelia decía blanco Manuel decía negro y siempre era así. Ella durante esas semanas se había refugiado en un chico con el que compartía una amiga, le ayudaba a olvidar a Manuel durante el tiempo que estaban juntos, era divertido, cariñoso, y tenían los mismos gustos. Pero ella era incapaz de olvidar a Manuel aunque lo intentara una y mil veces, todas ellas carecían de resultado. Finalmente sucedió lo que ella esperaba durante todos esos días, Manuel acudió a buscarla, sí, a ella, se sentía la chica más feliz del mundo y se hizo un juramento: nunca volvería a romper aquella relación por unas ideas contradictorias, y nadie los separaría por mucho que se esforzase ya que el amor era una fuerza más poderosa.
miércoles, 9 de enero de 2013
El beso mejor robado.
CAPÍTULO 1
Nadie es perfecto, hasta la
persona que amas comete errores. Estos pensamientos recorrían la cabeza de Emy.
Su novio la había engañado de la peor forma. Le había ocultado su padado. Emy
no podía dejar de pensarlo, le había ocultado una parte de su vida, la más
importante, quizás. Comprendía que su pasado le había podido hacer mucho daño,
pero no comprendía que se lo hubiera ocultado tanto tiempo. Necesitaban estar
separados un tiempo, pero ninguno de los dos se sentía a gusto así. Emy se
desahogaba tocando el piano con fuerza y con muchos sentimientos. Sus lágrimas
recorrían sus mejillas como fuertes ríos. En cambio Lucas se desahogaba de una
manera muy distinta, aislado de todo el mundo con los auriculares a todo
volumen, la música retumbando en sus oídos. Ninguno de los dos podía seguir
así, por lo que decidieron quedar. El Starbuck de su cuidad estaba casi vacío,
así que decidieron ir a un banco de piedra, normal y corriente, pero donde
ellos habían vivido tantos momentos juntos.
CAPÍTULO 2
Las manos de Lucas temblaban,
pero estaba decidido a hacerlo. Cogió con seguridad la mano de Emy y le susurró
al oído:
- Tengo que contarte una cosa
- Vale, Lucas, vayamos a dar un paseo por la
orilla de la playa
Se habían conocido ese mismo
verano y se habían hecho amigos inseparables, por decirlo de alguna forma
común, mejores amigos. Pero los sentimientos de Lucas iban más allá; desde que
conoció a Emy notó algo muy fuerte en su corazón. Pero hasta ahora no se había
atrevido a contárselo. Emy estaba temblorosa, quizás Lucas le quería decir que
había conocido a alguien mejor que ella, eso le atormentaba. Ella se había
enamorado de Lucas, poco a poco, pero no pensaba que Lucas sintiera lo mismo.
Lucas comenzó tembloroso:
CAPÍTULO 3
Se sentaron los dos juntos en
aquel pequeño banco de piedra. La situación no era cómoda para ninguno. El
silencio era más incómodo cada segundo que pasaba. Hasta que Emy rompió ese
silencio:
- Lo estoy pasando muy mal, Lucas. No sé cómo no
me lo contaste antes. Te habría ayudado a superarlo, no fue lo mejor que me lo
ocultaras.
- Lo siento mucho, de verdad, había intentado
borrar esa parte de mi vida. Me hice la idea de que era mejor que creyeras que
tenía unos padres, como los tienes tú.
- Pero me habría dado igual que tuvieras unos
padres o no. En realidad nunca pensé que James fuera tu padre, le veía como tu
hermano mayor, tu persona de confidencias.
- Emy, era duro para mí contártelo, pero allá voy:
- Me encantaba cuando íbamos de vacaciones a
Maneylle, ver a mis padres juntos, sin trabajo, sonriendo era lo que realmente
me gustaba de aquellas vacaciones. Volvíamos a casa después de pasar gran parte
del verano allí. Entonces comencé a gritar, una araña se había posado en mi
bronceado y pequeño cuello. Mis padres se asustaron, mamá que iba al volante
aceleró y miró para atrás, entonces paf, chocamos, comencé a gritar el nombre
de mis padres, pero nada, mis intentos eran nulos, los dos permanecían quietos,
con los ojos cerrados- Terminó Lucas, intentando reprimir las lágrimas.
- Lo siento, no quería que lo pasaras mal y
recordaras nada.
- No, la culpa fue mía por mentirte. Siempre me he
sentido culpable del accidente.
- No fue tu culpa, eras un niño
- Entonces, ¿Fue de la araña?- Contestó Lucas
fuera de sí-
- ¡Fue la mía por existir!
- Emy, no, espera, losiento. ¡TE AMO!
- ¿Cómo?
- Que ¡Cómo te amo! Te amo como el primer día, el
día que te conocí, con ese vestido de flores que llamaba tanto la atención. Te
amo como el día que te dije que te amaba ¡EL DÍA MÁS FELIZ DE MI VIDA!
CÁPITULO
4
- Sé que nos conocemos desde hace poco, bueno,
desde este mismo verano, pero, aunque parezca increíble…
- Yo también te quiero
- Serás siempre igual, no me dejas acabar las
frases. Creo que esa es una de las facetas que tanto me gustan de ti
- Pues las facetas que me gustan a mí son, cómo me
miras, sentir el roce de tus labios en mi cuello mientras toco el piano, podría
añadir mucho más, pero me quedo con cantar canciones al unísono los dos.
- Eh, que soy un sentimental y me puedo echar a
llorar.
- De risa es de lo que vas a llorar, dijo Emy
mientras se tiraba sobre Lucas en la arena buscando su punto débil para hacerle
reír, en sus costados.
- Para, para, ¿no oyes algo?- Y mientras Emy se
quedaba quieta intentando escuchar algo, Lucas le robó un beso. El beso mejor
robado. Mientras que una melodía acompañaba la escena ‘’Estoy hecho de
pedacitos de ti’’ de Antonio Orozco sería como la banda sonora original de su
historia, su historia de amor.
CAPÍTULO
5
Entonces, mientras Lucas entrecerraba
sus ojos color miel, para intentar ocultar la tristeza de sus palabras en sus
ojos vidriosos. Emy desapareció. Cuando éste abrió los ojos, Emy ya no estaba,
entonces se dio media vuelta y se dispuso a abandonar aquel lugar, pero una
mano le aferró con suavidad el brazo.
- Pensé que te gustaría escuchar esto- dijo Emy-
Pero antes cierra la boca, que te va a entrar una mosca.
- Me tienes nervioso, incluso intrigado- contestó
Lucas con una pequeña sonrisa juvenil que le recorría toda la boca.
- Entonces allá va.
Cuándo comenzó a sonar aquella
canción, su banda sonora, pero no era la melodía normal sino que un piano y dos
voces desafinadas y juveniles cantaban la canción a capella. Entonces se
unieron con un beso, un beso de película.
- Me podría pasar así toda la vida- dijo Lucas,-
pero me parece que el chico del tiempo se equivocó.
- ¿Por qué?
- Porque no sé si tú con tu largo pelo, sientes el
agua pero yo estoy chorreando.
- Me parece que ahora lo siento- dijo Emy tras
unas cuantas carcajadas
miércoles, 2 de enero de 2013
Destino de perros.
Dicen que el destino está
escrito, pues este les preparó una sorpresa a Land y Sue. Su destino,
encontrarse.
Muchos cuentan que el destino se
puede cambiar, otros no están tan seguros de ello, pero todos coinciden en que
en el destino de un ser influyen otros.
Land es tierra en inglés, pero
también el nombre de un perro, un galgo callejero para ser más exactos. La que
era su familia, si se la puede llamar así, solo le quería para competir y
cuando encontraron uno mejor le abandonaron. Así es la vida, dura pero vida.
Todo este tiempo se ha ganado la vida vagando por las calles. Hasta que
encontró a Sue, una bonita perra, de raza labrador, pero ella tiene un dueño,
ciego, son como una y carne, se llevan
muy bien. Eduard la trata lo mejor que puede aunque su sueño es verla
con sus propios ojos. Sue cuida todo lo que puede a Eduard al que guía. Pero
todos los días son iguales para ella, en cambio, ese día fue diferente, en su
camino se cruzo un perro, recordaba que se llamaba Land o algo parecido, un
perro solitario, sin nadie a quien querer. La primera impresión de Sue no fue
buena, un perro callejero con la piel llena de pulgas. Pero esa impresión duró
más bien poco, cuando un árbol se interpuso en el camino de Eduard y de Sue, entonces Land
impulsivamente comenzó a ladrar a Sue, y así se conocieron salvando la vida a
Eduard.
Durante todos los días de la
semana siguiente, Sue acudía a ver a Land en la callejuela detrás de su casa.
Un día de estos surgió una conversación entre ellos:
Land- Sue quiero estar a tu lado
todos los minutos del día.
Sue- Y yo, daría mi vida por
estar contigo.
Land- Pues escapa, ven conmigo
seremos felices.
Sue- No, no puedo (sollozando).
Le debo mucho a Eduard sin él no podría vivir, lo único que le falta a mi vida
eres tú. Ven conmigo, a Eduard no le importará, deja las calles.
Land- Nunca podría comportarme
como un perro guía, y mucho menos renunciar a mi libertad.
Sue- De acuerdo, solo te pido una
cosa que estes siempre ami lado y que…
Land- Y que…
Sue- Que me quieras, ya está,
dicho.
Land-Deseos cumplidos, ahora te
toca cumplir una cosa a ti, nunca olvides que te quiero Sue, dijo con una
lágrima cayendo por su hocico.
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